cobijados en el silencio de los
grillos ,que interrumpen el pensamiento
en la soledad de los mismos segundos,
que gritan pasando sin hacer ruidos,
las horas detenidas en las agujas del reloj
aguantándose unas a otras, dormidas
en el descanso de el silencio que desperto,
se queda escondido el suspirar de un ronquido,
muy cerca alguien agotado de labores rutinarias,
se queda en un banco desorientado por sonidos,
que dejan oir tenuemente su respiracion agitada,
de lo mucho que le cuesta seguir ,en la esperanza
de un descanso breve, en su ropaje embolatado
por el descuido de el otro dia que le juega trampa,
en un instante que se detuvo para reponerse y alli
sigue tendido, quien sera? a donde va? de donde viene?
o a donde habra ido? nadie pregunta solo pasan,
se detienen y en su mano estirada depositan , centavos
al creer que es un indigente que por la vida se ha perdido.
Rayluz Nena Puma.
